La identidad visual tiene un objetivo claro: representar a una marca, empresa u organización y conseguir que éstas sean fácilmente reconocibles. Desde luego, nadie puede discutir la importancia de la identidad visual en la actividad diaria de una organización, pensemos en marcas archiconocidas y, en seguida, se nos aparecen sus señas de identidad visual. Está claro que es una decisión difícil, e incluso arriesgada, apostar por un cambio en la identidad visual de una marca.
Pero a veces, el propio camino de la marca pide a gritos un giro o incluso un salto al vacío para transformar la identidad visual e ir un paso más allá…
Madurando la identidad visual de aberedes
Madurar, sí, creo que es eso lo que se puede decir que le ha pasado a la marca “aberedes”. Para lanzar el proyecto tuve que tomar una decisión en cuanto a plazos, los que habéis tenido algún proyecto entre manos me entenderéis, nunca ves el momento de verlo totalmente redondo como para lanzarlo al mundo exterior. Así las cosas, yo tenía claras tres ideas en la cabeza en cuanto a la identidad visual de aberedes y el nacimiento del logotipo de la marca fue rápido, era lo que quería en ese momento y salió tal cual, sin pulirlo ni darle ninguna vuelta porque además tenía el tic-tac-tic-tac pisándome los talones.
La auto-complacencia no es buena para casi ninguna cosa, aunque yo la apruebo como medida desesperada ante situaciones complicadas, te deja satisfecho con lo que miras y es lo que te impide darle otra vuelta hasta conseguir tenerlo bien redondo. No me malentendáis, me encanta el logotipo con el que salimos al mundo, pero reconozco que hubiera necesitado dedicarle más tiempo para dejarlo fetén como decimos en mi pueblo. En cuanto al resto del envoltorio de la identidad visual fue casi más rápido que el objeto central de la misma, tanto que tiene incluso un error de concepto muy evidente, pero incluso esa mácula me pareció en su momento algo representativo, como esas marcas de nacimiento que te hacen un ser único.
La madurez, que en este contexto usaremos con la segunda acepción de la RAE “buen juicio o prudencia, sensatez”, al margen de algún consejo gratuito de ésos por los que habría que pagar, nos ha hecho confluir en lo que hoy es el cambio de la identidad visual de aberedes.
Migración a la nueva identidad visual
La migración, no nos engañemos, no ha sido paulatina, sí que ha sido meditada, sopesada y nos ha llevado desde mediados de abril hasta el día de hoy, ya acabando el mes de mayo. En primavera, esa estación en la que todo alrededor parece renacer, vamos nosotros y hacemos lo propio. No sé si sentirme como un capullo es bueno, yo pensaba hasta ayer mismo que no, hoy sigo sin tenerlo claro y las vocecitas ni os cuento…
Ayer la dejamos caer en Google Plus, no os mentiré, creo en las posibilidades de esa red social, más que nada porque ya existía antes de tener ese nombre y porque no es solo Google Plus, llevamos metidos en esa red más tiempo del que nos pensamos, y aún así no la tengo nada cuidada. Voy a achacar a ese desdén con la que la trato a que no haya tenido ni un solo comentario sobre el cambio, ¡aiiinnnnssssss!
Pero hoy ya desembarcamos en todos los lugares comunes, sin red nos lanzamos al vacío así que es posible que aún tengamos que pulir alguna cosilla, tiempo al tiempo, por ejemplo, las tarjetas de visita ya las tenemos hace un par de semanas y aunque hemos intentado no darles mucha difusión. Ha sido imposible no sacarlas a tomar un poco el aire, ¿qué os parecen?
El diseñador culpable de la nueva identidad visual
Detrás de la nueva identidad visual está un diseñador, amigo y potencial colaborador de aberedes en algún que otro proyecto futuro y presente. Se trata de Fran Veiga, no os voy a hablar mucho de él, lo van a hacer sus palabras al describir su trabajo en nuestra nueva identidad visual:
“… Se mantiene la disposición de líneas entrecruzadas formando, icónicamente, una malla, una cuadrícula, una red. Ahora, su presencia ya no es tan declarativa, pero sigue siendo un espacio para jugar, que remite al crucigrama, a las tres en raya o a la rayuela. En sentido figurado, el cruce se enfrenta a la línea recta, en un sentido de protesta o de reacción. En términos abstractos, las líneas hablan de conexión, de encuentro, de construcción y comunicación, que es la noción básica que representa aberedes. Se ha mantenido la paleta de color. Revela convicción, en consonancia con la forma de expresión de su autor. Es directa y exclamativa, reflejo del carácter apasionado de Cuerda a la hora de difundir contenidos entre clientes, colaboradores y el sector en general… Se ha trabajado para construir desde lo ya existente, buscando la simplicidad, sin perder el enfoque humano, amable y próximo que transmite aberedes…”
Ahora solo toca saber qué opináis de la nueva identidad visual de aberedes, cualquier comentario e incluso crítica será bienvenida. ¿Estamos monos?
Renovarse o morir…
Lo importante es que este cambio de imagen cumpla con su objetivo de atraer a la masas.
Que síiiiiiii, ¡¡¡estais muy monos!!!