etiqueta

La etiqueta. El otro día en un grupo de Facebook, un compañero abrió una nueva línea en un debate que había iniciado con un post sobre costumbres molestas y el grado de molestia de las mismas en redes sociales. Abrió esa nueva línea aseverando: “que me etiqueten en Facebook, molestia alta”. etiqueta

Diseños de puntadas a dos.

En su post hablaba de las invitaciones a juegos, mensajes grupales para pedir me gusta, invitaciones indiscriminadas a eventos, páginas, grupos, pedir RT, que escriban en tu muro… Dejaba bien claro que al final la molestia o el grado de la misma depende bastante de la sensibilidad de cada cual. En esto estaba cuando recordó lo de la etiqueta en las fotos de Facebook, ya hablé de ellas no hace mucho tiempo en sendos posts…

La etiqueta en el mundo of line.

“Se requiere etiqueta”, si nos encontramos esta frase en la invitación a un evento o celebración ya sabemos que, como mínimo, nos piden ir de lo que en mi barrio se ha llamado toda la vida “disfrazado de pingüino”. En realidad, esto es reducir la complejidad del término etiqueta. La etiqueta es todo lo que atañe a la ceremonia entre personas en actos o celebraciones, tanto en el trato de unos con otros, como en la vestimenta indicada para los mismos. Lo normal es que en la invitación ya se marque la etiqueta requerida, si no es así habrá que sopesar los tres factores principales que la pueden determinar: el tipo de acto, la hora del mismo y el lugar en que se celebre.

No es mi objetivo dar ninguna clase sobre los códigos de etiqueta, no soy un experto ni de lejos, ya sabéis en mi barrio llamamos pingüinos a todo lo que no sean vaqueros y camiseta agujereada, no sé nada de eso, pero sí quiero contraponer ese sentido de etiqueta con el de etiquetar a las personas o grupos de personas. Hacer juicios de valor y por ende colocar etiquetas a terceros es un deporte, como lo puede ser el softball o el curling. Por lo general sirven de pretexto para no acercarnos a la realidad de los etiquetados, “yo no me hablo con chonis”.

Etiqueta, es el típico ejemplo de palabra que dependiendo del contexto tiene connotaciones tan dispares, de algo referido al protocolo y las buenas costumbres a algo muy feo y bastante estúpido, la de buena gente que nos privamos de conocer por las dichosas etiquetas. Los humanos sois muy raros, véase que las vocecitas me han llevado a etiquetaros a todos vosotros de golpe…

Será casualidad que se llame etiqueta a eso en Facebook

¿Por qué Mark y sus chicos eligieron etiqueta? Quizás se deba a la traducción del inglés al español, pero entonces perdería gracia mi teoría y sobrarían el resto de palabras, desde la cuatrocientos sesenta y nueve serían innecesarias. Joder, no me puedo permitir un final así, no, no voy a dejar que la manía de la lengua de Shakespeare de tener vocablos para casi todas las connotaciones me joda la entrada…

Yo creo firmemente que el trasfondo de elegir etiqueta como la acción de añadir el nombre de terceros a una foto o publicación en Facebook está sumamente relacionada con la dualidad de su uso en nuestro idioma. Hay quien dice que Mark es chipionero por parte de sus abuelos maternos, esto lo explicaría todo, elgracejo gaditano y las dobles intenciones al hablar, ¡qué chiquillo!

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