Estaba pensando en lo que quiero que tengan mis posts o lo que viene siendo mi performance en este sitio, dejo claro que los escritos por mí, en los que leo de terceros puedo o no buscar lo mismo, todo depende de la temática y del autor.
Es lógico pensar que dependiendo del asunto del post es más o menos fácil conseguir algunas de estas cosas, con los posts más técnicos en principio es más complicado conseguirlo, pero para mí como autor perseguir lograrlo incluso en esos más sesudos, debería ser una constante.
En constante aprendizaje…
Hace una semana estuve en un taller dedicado a buscar formas para escribir, tanto para humanos como para Google, de él saque muchas ideas y comprobé que alguna de mis teorías es compartida por más gente. Finalmente llegué a la conclusión de que no hay que obsesionarse ni por el posicionamiento ni por agradar a toda la audiencia. En principio bastante difícil es tener audiencia, como además preocuparte por agradarla al cien por cien. Y en lo del posicionamiento no hay verdad más absoluta que la creación de contenidos, contenidos de calidad y útiles cuya creación y difusión no son ninguna ciencia exacta. Entonces, solo debo pergeñar la performance que voy a seguir desde esta tribuna…
Credibilidad, emocionar, pasión…
Así las cosas he llegado a la conclusión de que es más importante fijar mis propios criterios, aquellas cosas que deseo que mis posts desprendan, independientemente de si la temática de la que versen sea sesuda o cuando menos complicada de digerir. Yo quiero que mis posts desprendan en primer lugar credibilidad, que los contenidos sean veraces y que el lector los asuma como creíbles, ése debe ser mi primer criterio para escribir y posteriormente publicar. Emocionar, ya, ya sé que hablar por ejemplo de SEO o SEM y conseguir causar emoción en principio no es algo muy realista, pero seguro que se puede conseguir. Y, por supuesto, deberían reflejar pasión, mi pasión por los temas de los que escribo y conseguir transmitir esa pasión a los que me lean.
Sí, son unos criterios muy ambiciosos, pero las medianías no caben aquí. Bueno, seguro que en el camino por conseguir cubrir esos criterios más de una medianía se me cuela. Solo espero que en esas ocasiones, algún buen lector me afee la conducta y, a ser posible, por escrito, para escarnio público. En estas cosas, he pensado en la relación que existe entre el “trabajo” de escribir posts y el de los artistas de performance, por cierto la RAE tan rápida para asimilar otros vocablos con éste va lenta. Al final, ambas acciones tienen en común buscar la interacción con unos terceros y al tiempo, provocar su reacción. Con estas cosas bullendo en mi cabeza se me ha cruzado de nuevo este vídeo…
Performance de Marina Abramović, aparece Ullay
Una historia curiosa, la de la artista Marina Abramović, conocida como «la abuela del arte de la performance», y la de Uwe Frank Laysiepen conocido como «Ullay». Fueron pareja, algo más que artística entre 1976 y 1988, como dos seres pculiares que son pusieron fin a esa relación con una performance: caminaron desde dos extremos de la muralla China para encontrarse en un punto medio, un abrazo en ese punto terminó con su relación. Veintitrés años estuvieron sin volver a verse…
El 14 de Marzo de 2010, en el MoMa, se inauguró una retrospectiva de la obra de Marina y se realizó una performance de 716 horas y media de duración: “La artista está presente”. En ella Marina, sentada frente a una mesa, se mantenía inmóvil al tiempo que los espectadores del museo se sentaban por turnos compartiendo esa experiencia… Fue allí donde Marina y Ullay volvieron a verse. Merece la pena ver el vídeo, sus gestos, sus caras, en el minuto y dieciséis segundos aparece Ullay.
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